Milton azotó el oeste de Florida y zonas cercanas el miércoles por la noche, provocando lluvias torrenciales y vientos lo suficientemente fuertes como para arrancar el techo del estadio sede de los Tampa Bay Rays. De acuerdo al gobernador de Florida Ron DeSantis, pese a los grandes daños que causó Milton a su pasó, se evitó un escenario más catastrófico.